
Juan Luis Silvera Quispe.
Arequipa.
Las posibilidades que el gas de Camisea llegue al sur se complicaron. Hay un camino complejo que se expuso ayer en el foro panel Gasoducto Sur Peruano y Desarrollo Estratégico. Esta actividad la organizó la Federación Departamental de Trabajadores, CGTP y el Colectivo Macro Sur.Para el congresista Manuel Dammert Ego Aguirre, el modelo impulsado por el gobierno para promover el Gasoducto Sur Peruanoserá una mecida más. Se trata de un proyecto incompleto, que así como está, no contempla el desarrollo de la industria petroquímica. Se ha anunciado la licitación del primer tramo para setiembre y es probable que no quede en nada.Dammert Ego Aguirre precisa que hay muchos intereses que no desean que el gas llegue al sur. Se trata del consorcio Camisea, que lleva el recurso a Lima y lo exporta. Solo les interesa esos mercados.
Dammert dice que el Gasoducto Sur Peruano apunta a desarrollar un Nodo Energético, es decir quemar el gas en la generación de energía: 1,500 megavatios (Mw). «Esta energía irá a Chile», explicó.
Arequipa, Tacna, Puno y Moquegua tienen un consumo de 350 Mw al día. No van a consumir esa cantidad de energía generada con gas.»Para el gobierno es una cuestión de negocios (y ese es llevarlo a Chile)», agregó.
El nodo es estratégico para darle rentabilidad al ducto. Una central se ubicaría en Quillabamba (Cusco) y producirá 200 Mw, otra en Ilo o Matarani (200 – 300 Mw) y 250 Mw que generaría Enersur que actualmente funciona a diésel y cambiaría su matriz energética. Sin embargo, un proyecto en esas condiciones no es inclusivo, es no sacarle el jugo al gas, la petroquímica es la mejor opción. A ello se suma el consumo doméstico y vehicular.
El asesor de Proyectos Térmicos, Carlos Gordillo, no comparte ese punto de vista. «Es una locura que se le vaya a vender energía a Chile si Perú tiene déficit. Cada año necesitamos aumentar 400 megas al Sistema Nacional Interconectado», dice. Asegura que el gasoducto no se concretará hasta que haya políticas claras y decididas que impulsen el plan. «Debe hacerse conjuntamente con la petroquímica y las centrales térmicas (del nodo energético)», agregó.
¿Y LAS RESERVAS DE GAS?
Hay otro factor que pone en tela de juicio la viabilidad del ducto: la falta de reservas probadas para el gasoducto.
A decir del economista Víctor Medina, representante de la CGTP, una industria petroquímica no se abastecerá con los 8.78 TFC (trillones de pies cúbicos) de todo el complejo de Camisea. Es una cifra ínfima en comparación a las reservas de otros países. Aunque Dammert precisa que esa cifra supera los 15 TCF y hoy la discusión no está centrada en ello.
A esto se suma que la aparición del «shale gas» en EUU, de precio más barato, podría causar que los inversionistas de petroquímica prefieran irse a Norteamérica antes que en Perú. Es el caso de la empresa Orica, que se retiró del país. El gas es clave. Significa más empleo y energía barata para ser competitivos.
Articulo publicado por La República el Sabado, 13 de julio de 2013: http://www.larepublica.pe/13-07-2013/gas-de-camisea-comienza-a-alejarse-del-sur-peruano